Portugal tiene un sistema de impuestos sobre la renta que se divide en dos categorías: impuestos sobre la renta de las personas físicas y impuestos sobre la renta de las personas jurídicas.
Las personas físicas están sujetas a un impuesto sobre la renta en función de una escala progresiva, con tasas que van del 14,5% al 48%. Además, existe un impuesto sobre el patrimonio y un impuesto sobre la propiedad.
Las personas jurídicas están sujetas a un impuesto sobre las ganancias del 21%. También existen impuestos específicos para los beneficios obtenidos por las sociedades de capital y los seguros.
Portugal también tiene un sistema de impuestos indirectos, como el IVA, que tiene una tasa del 23%. Además existe impuestos sobre el tabaco y el alcohol.
Existen incentivos fiscales para inversiones en algunas áreas específicas, como la investigación y el desarrollo, y acuerdos de doble imposición con varios países para evitar la doble tributación.
Fuente: Elaboración propia